En nuestra vida cotidiana las personas viven el día, día egoístamente, su inicio y final del día es dedicado a lo que sienten, viven y realizan, sin embargo en que momento pensamos en los demás, en qué momento se puede pensar en algún amigo, compañero, familiar y más aún cuando se puede hacer algo por aquellas personas, un favor, invitación, sorpresa, etc. Yo soy un poco este tipo de persona, porque hay días que pienso en mi y días que me dedico a los demás, particularmente a mi familia que le debo tanto, pero con esto puedo comprender lo importante que es ayudar, a veces con solo entender basta, con saber que aquella persona está trabajando y necesita su tiempo y comprender que no hay que molestarlo lo ayudas. Mucha gente se pone a decidir,  opinar y más aun a juzgar, de porque las personas no hacen lo que ellas quieren, como , porque no llego a la hora, porque trabaja tan tarde, porque tiene mucho trabajo, porque no tiene tiempo para salir, porque no tiene dinero, etc. Todas estas preguntas tienen una justificación que la gente no comprende, por falta de empatía. La empatía te ayuda a comprender mejor algunas situaciones porque te permite ponerte en los zapatos del otro, de esta manera puede incluso aparecer la buena voluntad y ayudar a aquellos que entiendes. A veces siento que la gente no quiere comprender a las demás porque es muy complejo, yo quiero entender, quiero sentir su dolor  o alegría, decir una palabra que le ayude más que la haga sentir mal. Debo agradecer a Dios que a veces estoy en el lado que escucha en el lado que abraza y comprende más que en el que pasa el crudo momento. Pues nuestro corazón se puede ablandar  pero a veces debe ser fuerte para apoyar al desvalido. Comprender a los demás nos hará más humanos.

0 comentarios:

Publicar un comentario